jueves, 1 de agosto de 2013

EL ÁRBOL DE LA VIDA

EL ÁRBOL DE LA VIDA, UN GRAN DESPERTADOR DE CONSCIENCIA

El Árbol de la Vida es un estudio personalizado que se construye con el nombre, los apellidos y la fecha de nacimiento. Es un mapa a través del cual la persona se hace consciente de los aprendizajes y dones que está despertando en esta encarnación.

Es un gran despertador de conciencia, un revelador de la Verdad que cada uno es. Es un estudio  clarificador, que guía hacia el re-conocimiento fundamental de uno mismo. Con cada Árbol de la Vida sembramos una semilla de luz que irá creciendo en cada uno y mostrando sus frutos en la vida, aportando cada vez mayor comprensión y acompañándo a la persona en ese proceso de vuelta al Amor hacia uno mismo. 
Ya son más de 20 años confeccionando y revelando Árboles de la Vida, y día a día sigue despertando consciencia, desvelando aquello que desde el inconsciente nos habla, revelando la verdad, más allá de las apariencias. Aporta mucha claridad sobre los asuntos y temas personales, y abre a una perspectiva nueva sobre nuestro proceso de vida, nuestro recorrido o mapa personal, que, al descubrirlo, toma sentido. 
Al ver cómo está funcionando, cómo y desde donde está siendo creado mi universo personal, comprendo mi vida, entiendo, clarifico, y mi dia a dia toma un sentido vital nuevo, que estimula y apoya cada paso que doy.
Si es la primera vez que tomas contacto profundo contigo misma, se convierte en esa semilla que se desarrollará, y si ya estás haciendo tu camino conscientemente, se convierte en una señal a mitad del camino que te recoloca y lleva a apreciar lo vivido con una nueva visión, global y reconstitutiva, que te estimula a seguir ese camino con libertad, alegría y amor.

Las personas que tienen su estudio del Árbol Individual y lo han renovado o actualizado varias veces, suelen acabar por hacer  la Formación en el Árbol de la Vida Individual, un proceso de transformación consciente que dura 10 meses y del que encontrarás información en la misma sección del blog del Árbol de la Vida.

La base del trabajo es el Árbol, sus líneas, sus números, y las percepciones que, unidas a la suma del conocimiento experimentado y la observación atenta, ofrecen la posibilidad de sanar y liberar, a partir de esa toma de conciencia, las distorsiones o energías densas y ocultas que están bloqueando el libre fluir de lo esencial en nosotros e impidiendo que nuestro propósito de luz se manifieste visiblemente. Una vez tenemos el mapa personal, centramos el trabajo sanador en aspectos que necesitan transformarse, apoyándonos en la luz que ya somos y retomando esa conexión con nuestra Verdad esencial y saliendo de creencias y registros que están obstaculizando nuestra expresión más libre, serena y luminosa.
Desde el nacimiento hemos ido acumulando las convicciones, creencias, pensamientos, sentimientos, emociones de nuestros padres primeramente, las de la familia en general, la sociedad, el país, la raza, etc. Ahora, necesitamos volver a quienes somos, libres de esos condicionamientos, pero no desde la culpa, el rechazo, el dolor sino desde la comprensión de que todo forma parte de ese proceso que es la encarnación y que es a través de todo ello que he podido y puedo reconocerme y despertar. Todo está incluído en mi despertar consciente, no hay error, nadie ha hecho nada mal y nada malo hay en uno mismo. 

El Árbol de la Vida habla de la perfección intrínseca de cada uno de nosotros, si, ¡somos perfectos para lo que hemos venido a hacer y despertar en otros!!! La diferencia es que esto ocurra sin darnos cuenta o que ocurra desde la consciencia, posibilitando ese Amor en el que todos nos sustentamos día a día y del que participamos constantemente.


El Árbol revela quien uno es y da comprensión a muchas ideas sobre la espiritualidad, sobre la vida en la materia, sobre los procesos que ocurren ocultos a nuestra percepción y observación. a muchas malinterpretaciones que hacemos sobre cómo son las cosas en nuestra vida. La lectura de lo que vivimos cambia y nos ofrece apertura, mental y del corazón, y sobretodo enraizamiento, porque descubrimos que tiene sentido todo lo que estamos experimentando, sintiendo.
Creo que, a menudo malentendemos la vida, tenemos curiosas ideas sobre cómo funcionan las cosas, generalmente basadas en siglos de culpa y sumisión a autoridades impuestas. La vida de cada uno, es divina, es un regalo que, desde mi lado, que contemplo, percibo  y siento el sistema vibratorio individual, es una experiencia única y original, llena de tanta luz que nos cuesta creérnoslo, aceptarla tal cual es, porque estamos convencidos de una serie de historias como que no somos suficiente, que hay algo que no estamos haciendo bien, que sin sufrimiento no podemos aprender, que sin exigencia, dureza y esfuerzo no conseguimos nada, y confundimos la aceptación con la resignación y alimentamos así nuestra víctima, el mártir, el santo o incluso la monja que llevamos dentro, patrones que, en otra época, representaban la verdad y la luz y que ahora ya no resuenan con nuestro espíritu.

Estamos llegando en esta etapa a la plena responsabilidad sobre uno mismo, algo que nos cuesta porque podemos malentender lo que significa. El acercamiento hacia uno mismo en el amor, fuera del desprecio, de la exigencia, del miedo, de la sumisión, donde el apoyo hacia uno mismo es vital, y donde la vida se crea y se muestra a partir de esa comprensión, esa mirada amable y atenta, ese respeto total hacia quien soy y cómo me desvelo en cada momento de mi vida. Porque no podemos seguir negando nuestra esencia, nuestra potencialidad, nuestra Verdad, necesitamos expresar esa luz, ese quien yo soy, con naturalidad y con una plena aceptación.
Es fácil la comprensión cuando sabemos quienes somos y es mucho más fácil aceptarse a uno mismo cuando descubres que no hay errores, que hay procesos de vida individuales y mucho por desvelar y conocer en nuestra existencia en la materia, en la Tierra.

Siento y constato dia a dia  que el Árbol de la Vida aporta claridad y profundidad al proceso de transformación personal. 
A nivel personal, cada Ser, cada alma que leo, me despierta  a una nueva visión y comprensión de la vida. Con miradas  muy diferentes, cada uno de nosotros participa de esa divinidad, esa chispa, que trae esa porción de esencia con una vibración tan única, tan verdadera, que me lleva a un profundo respeto por cada Ser y a la contemplación de ese milagro constante que es la vida.
¡Somos luz, inmensa luz, y ya es hora de que podamos re-conocerla!!




(El Árbol de la Vida Individual es un estudio personalizado y la entrevista puede hacerse presencial o vía skype).

Para consultas, escríbeme al:

ana.villanueva.quilez@hotmail.com

3 comentarios:

  1. Gracias Ana, por este texto tan revelador; por brindarnos la oportunidad de adquirir este conocimiento tan esencial a través de tus estudios individuales y ahora, de tu primera formación del Árbol de la vida.
    Deseo de todo corazón que todos podamos disfrutar de esta semilla de luz.

    Marta

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  2. Gracias Marta. Los que conocéis el Árbol de la Vida y llevais años disfrutando de su conciencia, sabéis que el Árbol, aparte de interesante, original y revelador, es una herramienta muy práctica para vivir vidas de calidad, guiadas y llenas de propósito.

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  3. No se muy bien como vale esto la verdad

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