sábado, 10 de diciembre de 2011

BUSCO LA CLARIDAD

Busco la claridad y me adentro, entre mis huecos, expandidos con cada respiración, alentando la búsqueda que me conduce a un espacio infinito de conciencia y de luz  primordial. Esa luz que veo cuando cierro mis ojos, está presente siempre, a pesar de que, en muchos momentos de mi día, no la encuentro. Me atrevo entonces a experimentarme, con el placer de sentirme y encontrarme con algo que trascienda mi cuerpo,  mis emociones,  mis distracciones,   mis encuentros kármicos. Más allá de mi sobrevivir diario,  mi pensar constante,  mi propio proceso de crecimiento interno.

Y  me descubro, me conozco, me siento, me conecto a mi Ser mientras viajo en un túnel de miedo e incertidumbre que me confunde. Y escasea en mí, ahora lo veo, mientras perduro en ese túnel, la confianza y la certeza de que, no soy lo que parezco, no soy lo que veo, no soy lo que creo, ni lo que otros puedan creer de mí. Brilla, allá en el fondo, la luz prístina de un ser libre, vacío de expectativas y recuerdos.

Borrar, quiero borrar hoy todo lo que interrumpe la vida que poseo, la vida que se me regala en cada aliento. Deseo tanto salir de esta engañosa oscuridad...de este negro que  a veces alimento cuando me pierdo, cuando me dejo, y me abandono en criteros antiguos y obsoletos. Sé, aunque no lo siento, veo, sin poder ver, que me atrapan un sinfín de historias dibujadas en los cuerpos de los seres que me acompañaron una vez, en las cámaras secretas de los que me antecedieron, llenando espacios y generando peso, lastimando, entorpeciendo, el fluir del agua entre las rocas, de mi agua, suave, flexible, serena.

Hoy sé que poseo la libertad de elegir. Y eso me abre a visiones de momentos creados desde el eterno amor. Y elijo no temer el sufrimiento ajeno, experimentar mi conciencia, comprender, que todos estamos aquí como canales etéreos de luz viva y que nuestro proceso está guiado desde el lugar donde todo es brillo, amor, cuidado. Elijo no valorar la vida a partir de mis miedos. Elijo unirme a Dios, a lo puro que hay en mí, a mi sagrado linaje, a toda ese caudal de frecuencias luminosas con que me regalan mis ancestros.

Hoy elijo avanzar, elijo abrir, elijo entrar en mi propio Ser, elijo sentir, elijo descubrir, viajar, caminar, expresar la luz, recuperar mi don y bañarme, durante el tiempo eterno, en esa Claridad que me enciende a la vida, y me acuna y me sostiene en la Verdad, esa clara y limpia Verdad que Yo Soy.
Li, LA CLARIDAD,  HEXAGRAMA 30 DEL I CHING


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