miércoles, 18 de enero de 2012

DÍA 18. NUMEROLOGÍA, MIEDOS PARANÓICOS, LA LUNA, EL SUBCONSCIENTE...

Haciendo homenaje a la Numerología, hoy me he despertado ya en una situación que se correspondería con lo que el número 18 nos quiere decir o mostrar. De hecho esta noche pasada, al acostarme, pasé un buen rato sin poder dormir, como molestada por muchas frecuencias. Sigo así, de hecho estoy escribiendo porque sé que todo esto quiere decirme algo y lo quiero transmitir. De esta manera elevo la frecuencia de esta vibración 18 y no me quedo encogida, atolondrada, mermada y asustada. Porque puedo quedarme ahí, pillada en la experiencia emocional o elevarme, como águila, generando una visión completa de lo que está sucediendo, de estas percepciones. Al final tuve que levantarme y limpiarme con unas hierbas para el caso, que es la única manera en que puedo descansar cuando hay tanto movimiento astral. Si, el sendero 18 del Árbol de la Vida, habla del plano astral, de nuestra conexión con él y de todas las informaciones que podemos percibir al entrar en contacto con él, que suele ser más por la noche al acostarnos. 









El Sendero 18 en el Árbol es donde está situada la carta del Tarot de La Luna, a la derecha y abajo.

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Ya de entrada me dejé el móvil-despertador en el lavabo, en vez  de en la habitación, con lo cual, he tenido que levantarme rápido para que no despertara a toda la casa. Y no lo llevo bien esto. Antes de poner un pie en el suelo necesito haberme “encajado”, haber hecho unas cuantas respiraciones conscientes, a veces me pongo un momento las manos en el plexo, por delante y por detrás a la vez, como insuflándome pilas alcalinas para empezar el día. En realidad es ya una costumbre maravillosa. Una vez ya despierta, agradezco el nuevo día y todo lo que ocurre en mi vida, hoy ya ni me acuerdo de si he agradecido porque sigo trastornada.


Al levantarme de esta manera, me he empezado a encontrar mal, la cabeza sin equilibrar, desorganizada energéticamente hablando, no tanto descentrada como desequilibrada, notando mucho la parte de la nuca, el subconsciente, más que la frente, el consciente.  Me he puesto las manos en el 3er ojo para poder funcionar. De la zona del sacro salían unas energías que me llevaban hacia atrás, entrando en contacto con miedos muy antiguos, de hace 16 o 17 años, un momento de mi vida donde experimenté intensamente los miedos. Esos miedos que te emparanoian, no eran miedos de peligro, como yo suelo decir, eran de los que te inducen a una especie de locura si te dejas llevar. De esos que se magnifican, como en una noche de luna llena, donde todos estamos más sensibles o más cerca de dejar salir abruptamente o mostrar nuestras emociones más intensas. En el Árbol de la Vida, el sendero 18 es el sendero de la Luna, un recorrido, un aprendizaje precioso que hacemos todos durante la vida. Y ese aprendizaje podemos hacerlo un día como hoy, un día 18 cualquiera…
En un día 18 la imaginación está muy despierta, mucho más de lo normal, aunque en el otro extremo, podemos estar espesos y que nos cuesten mucho las cosas. Y esta imaginación puede servirnos para crear en lo positivo, proyectar nuestras creaciones, o para amplificar esos miedos o viejas costumbres, hábitos y conectar con miedos antiguos. Cuando esta mañana he percibido esos miedos, en el espacio en que los sentí, con tanta presencia en ese lugar y espacio de tiempo, he reconocido la fuerza potente que es el subconsciente, lleno de registros ancestrales y, de qué manera “fácil” un día como hoy, podemos entrar en contacto con esos recuerdos o registros y creernos que esas frecuencias siguen estando presentes en nuestro hoy, con la posibilidad de quedarnos como encogidos, que es como me he levantado, mi estructura energética mermada, con poco margen de actuación, como más pequeña y con una sensación de incapacidad de salir de ese estado y volver al presente. A través de la respiración he reconocido lo que estaba pasando, ese pasado mío, y ya es cuando me he dado cuenta de que era día 18. Qué guay cuando comprendes, mente y corazón. Descubrir que cada número regala una experiencia nueva, en sus múltiples frecuencias, a cada uno manifestándosele según sus registros, con un gran abanico de posibilidades, tantas como personas existimos. Poder reconocer que la vibración del número me ofrece una riqueza espectacular de nuevas situaciones, estar despierta a descubrir todo lo que puedo hacer de bueno hoy por mí, me fascina y me abre a la gratitud del cosmos, que nos guía incesantemente, en un orden y sincronía armónica perfecta. Siento el amor, puedo sentir que soy amada, tanto como todos vosotros, que estoy envuelta en una sinfonía cíclica de experiencias que no hacen sino cuidarme, sustentarme, conducirme, abrirme, darme la oportunidad de reconocerme profundamente, entrar en contacto con la sutilidad de mi Ser…

Y esto es algo que ocurre en un día 18, lo mismo que en todos los otros, ja,ja, pero hoy, puedo quedarme atrapada en las sensaciones, miedos, pensamientos que percibo, no sólo de mi sino de todos y todo, o puedo despertar mi consciencia y elevarme para ver la verdad de lo que es. Hoy estamos abiertos a la receptividad, la intuición, recibimos muchas impresiones de alrededor, podemos tener corazonadas, presentimientos. Si los presentimientos o sensaciones son negativos o te hacen pensar que algo malo va a ocurrir, reconoce en ello todos tus temores, aprovéchalo para conocerte, todo tu bagaje, y sin proyectar, toma consciencia de que la luz, está siempre, y que alimentar temores es signo de falta de confianza, de estar muy en contacto con este campo astral, que en tu vida las emociones llevan la batuta.
Hoy es un día para reconocer también cómo nuestros pensamientos y nuestros actos, afectan a nuestro cuerpo físico. Porque el sendero 18 del Árbol de la Vida habla de la necesidad de poner en marcha nuestro cuerpo, bailar, hacer deporte, para equilibrar esa tendencia a dejarnos llevar por las impresiones, por lo que no se ve y genera desasosiego. Es una hermosa manera de contrarrestar o equilibrar estas frecuencias tan potentes que surgen del subconsciente, andar un buen rato, moverse, poner música y permitir al cuerpo, poco a poco fluir con el ritmo. Puedes pensar que tal y como te encuentras, por lo menos si te sientes como  yo ahora, que no podrás ni escuchar música ni nada, pero házlo, genera movimiento, genera cambio. Amplifica poco a poco los movimientos ondulatorios de tu cuerpo, rompe con esa postura a la que te llevan los miedos, sal de tu propia esclavitud, rompe esquemas, haz algo que nunca hayas hecho, o de una manera que no has probado todavía, reacciona diferente, permítetelo, cambia de camino hoy para hacer tus compras, ir a trabajar, etc., hoy es posible lo nuevo, hay una nueva manera, y el sol empieza a brillar, tu espíritu es el director de la orquesta completa que tu eres. Ufff, ahora mi mente se sitúa, eso de lo nuevo le ha encantado, toda mi cabeza se recoloca. Si, es posible encontrar una forma nueva de hacer las cosas, una nueva organización, romper con hábitos muy instalados, inconscientes ya. Sal de ahí, uy, y me llega “báñate con sal”. Eso haré. Y si, fíjate que bueno si pudieras pasear por la playa e incluso mojar tus pies. La energía del mar, aún sin mojarte, despeja y aumenta la frecuencia de tu campo energético.
Por otro lado, si permaneces hoy más en contacto con el subconsciente, si eres mujer  y estas menstruando, sé consciente de que hoy es un buen día para dar luz a tu energía femenina, recogerte, sentir tu vientre, abrirte a tu propia receptividad, a la magia de la luna, a la herencia positiva de la madre y de la abuela. Hoy estarás muy perceptiva, aprovéchalo.Y si estás embarazada, déjate sentir, consciente de que hoy todo es más grande, asusta más, pero también te acerca con mucha más profundidad a tu bebé, háblale, hoy todo suena alto, y si tienes emociones difíciles, cuéntaselo, porque él también habrá recibido la influencia de la luna, de ti, su madre, y si le cuentas, esos miedos transmitidos que puede percibir, desaparecen, porque no hay nada que el Amor no sane.

En resumen, sal a tomar un poco el sol, respira, ábrete a que la energía del espíritu se haga presente, equilíbrate. Presta atención a las necesidades de tu cuerpo, ordena cosas, con el mensaje consciente de poner en orden tu subconsciente, tus registros para vivir en el ahora plenamente. Y  bueno, el 18 habla de la sexualidad, ahí tu ya tendrás que experimentar…

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