Me gustan los días número 27, como hoy, porque me conectan con la energía de la Tierra, la energía de la Nutrición. Es un día en que me gusta salir al campo o al verde para buscar un árbol y sentarme debajo. Entonces aprovecho para relajarme, respirar conscientemente, descansar y sentir ese contacto directo con la naturaleza tal cual es.
En el libro “Guía del I Ching” de Carol K. Anthony, de la editorial “Los libros de la liebre de marzo”, el hexagrama 27 nos habla de la nutrición así:
“ Observa cómo te alimentas de fantasías, deseos, preguntas, preocupaciones y sentimientos de enajenación, que constituyen una ‘vasija llena de gusanos’.”
Y también:
“Presta atención a la nutrición y a aquello que un hombre busca para llevarse a la boca.”
Relaciono también este hexagrama con la Meditación, como una manera de alimentar el espíritu que, a su vez, proporciona la consciencia necesaria para una alimentación correcta en todos los sentidos.
En mi libro del I Ching, la meditación 27 dice:
“Soy la Madre Tierra y me uno a ti y al cielo para, a través de mi vibración, compartir mi alimento estelar, nutrir con mis tantos afectos las existencias, generar la abundancia de todo. Es propicio conectar con la Esencia. Permitirse adentrar en los espacios de tierra que somos, bañados de sentimientos y en la luz, conocedores de la sublime importancia de nutrirnos con imágenes de belleza, palabras de canto, sonidos etéreos, consciencia. Hoy me nutro de los mejores alimentos, los más sanos pensamientos y dirijo mi vida hacia adelante en una continua meditación.”
Si se ha pasado el día 27 cuando la leas, la guardas para el próximo día 27, o para todos los días 27 de tu vida…aunque te diré que puedes experimentar con esta meditación siempre que quieras tomar consciencia del hecho de cómo me alimento, de qué tipo de pensamientos, emociones y sentimientos me nutro, y cómo nutro mi alma y mi espíritu.