RITUAL SAGRADO DE
SANACIÓN DE VÍNCULOS
Este Ritual o
Ceremonia Sagrada que os paso hoy, sirve
para desatarnos de las cadenas o nudos que nos atan tanto puntualmente como
vida tras vida a personas a las que hemos conocido y que siguen formando o no
parte de nuestra cotidianeidad.
El objetivo es
tomar consciencia de las relaciones íntimas o sociales obtenidas en una época
de tu vida, sea el año presente, el pasado, sea un momento puntual, o toda la
vida, y purificar o consumar estos vínculos, sanarlos, o transformarlos en
verdadera luz.
De esta manera
hacemos un trabajo de Desapego, de Sanación de vínculos o cordones y de
profunda purificación y renovación, si es el caso, de esos lazos. También de
consumación cuando la intención de la Ceremonia es desatar totalmente vínculos
que ya no deseas que sigan teniendo influencia en tu vida.
Me dedico, entre
otras cosas, a limpiar (sanar) espacios, y he podido comprobar muchas veces que
la o las personas que dirigen un local, despacho, empresa, centro, mantienen
conexiones o vínculos o cordones con antiguos socios, o incluso si funcionaba
ya una actividad antes del establecimiento de la nueva empresa o actividad, hay
conexiones que se filtran en la actual empresa, influyendo en el buen
funcionamiento de esa actividad. En esos casos es importante, además de hacer
un ritual purificador y elevador de la frecuencia de ese espacio, instruir a la
persona o personas acerca de qué actitudes o patrones personales pueden estar
ayudando desde la inconsciencia a que esas influencias (conexiones antiguas o
recientes) estén afectando la natural armonía y abundancia en el lugar en el
que se realiza el ritual sanador. También instruirles en ceremonias, ritos que
van a ayudar a que las conexiones sean las más propicias y soltar las que no lo
son.
Estos rituales o
ceremonias sanadoras se hacen imprescindiblemente en las casas, tanto si es
para iniciar la vida en un espacio o vivienda nueva, creando un ritual
específico para esa familia y lugar, como para renovar las vibraciones,
energías de esa casa, limpiar y armonizar y propiciar la buena salud del
espacio y las personas que en él habitan. Allí donde pasamos muchos ratos,
donde se producen interacciones constantes entre partes de la familia, donde
surgen conflictos puntuales o habituales, donde quedan estancadas nuestras
energías, cuando ha habido enfermedad o ha vivido sus últimos momentos un
familiar que ha muerto, es muy positivo hacer estas limpiezas o rituales purificadores
y armonizadores, donde se trabaja tanto con los cuatro elementos, fuego, agua,
aire y tierra como con esencias florales, piedras o lo que surja en ese ritual
en concreto. También para cerrar conexiones cuando marchamos de una casa o espacio, para entrar desconectados y renovados en un espacio nuevo.