Abrazo las hojas doradas y me envuelvo en mi cuerpo otoñal. Siento mi útero, hoy vacío, muerto de luz y desprovisto.
Abandono, sobrevivo. Respiro. Llanto, oscuridad, alma, encuentro.
La vida fluye y se desviste de mí, que no pienso más con mi nombre.
Deseo conciencia de mí misma, deseo tierra, lluvia, respirar, respirar, lo necesito tanto... profundo, duermo.
Acuno mi vientre en calma, esperando los frutos que ha de dar.
Hoy, vacío, miedo, dolor, daño. De ese daño que no sé reparar y me duermo, y me vuelvo soledad, tiniebla, intermitente luz que se desvela para solamente respirar.
Cáliz etéreo, descubre tu fuerza, retoma mi vacío y conviértelo en guerra, en lucha, supervivencia, ahora toca despertar.
Olvido la falta de amor, y mi dependencia de él, y tomo mi carencia. Es mía.
Escucho mi inocencia, mi capacidad de dar y de dejar ir vida, fluir hacia abajo y no hacia arriba.
Muero mientras despierto, quisiera no recordar. Dolor, miedo, desbordamiento. Canto, otoño, frío invierno. Ahora toca respirar. Respirar y vaciar.
Siento mi vientre embarazado de luz, de ideas, de poesía, de darme, de dharma, preñado de películas y vivencias.
Me acojo a mí misma, serena, en mi matriz sin sangre, con toda la pulsión de la vida eterna que se levanta firme y me golpea, gloriosa.
¡Despierta! ¡Alma! ¡Vida!
Dando pasos, estoy fuera.
Adiós al martirio, al sufrir disfrazado, a la angustia, al dolor malentendido.
Útero nutrido de amor cósmico, tocando a la madre en una raíz unido. Vientre a vientre.
Permanencia, herencia, gravidez, aquí estoy, despierto. Vuelvo a mí.
Las plantas de mis pies golpean los tambores de la madre tierra y elevan esa fuerza sabia de la oscuridad húmeda de las piedras, las hojas doradas en la hierba, olor, puro amor.
Soy yo semilla, quien merece florecer. Como el loto surge fuera del agua, después de haber acunado sabiduría en las profundidades de las aguas. Luna, noche, espejo, reflejo, puedo verme, y fluida nazco al sol que me ilumina y abro mis pétalos expandiéndome, dándome.
Este escrito está dedicado a mi amiga Imar.
Sesiones individuales y en grupo de Sanación y recuperación de al energía de la matriz o útero. para todas las mujeres, tanto si tienen útero como si no lo tienen.