Blog sobre sabiduría ancestral. Escritos,Cursos y conferencias sobre el Árbol de la Vida de la Cábala, el estudio del Árbol Individual y la Formación. Los 64 Hexagramas del I Ching, Numerología, Tarot, Reiki, Meditaciones, esencias florales del Dr. Bach, etc.
jueves, 26 de marzo de 2015
EL ÁRBOL DE LA VIDA: LA SACERDOTISA Y LA EMPERATRIZ
Inmersa ya en la preparación del 3er encuentro de la Formación en el Árbol de la Vida, reflexiono sobre la urgente necesidad de profundizar en el Silencio. y sobre el posible conflicto entre la mente interiorizada e intuitiva y la mente racional. En el Árbol de la Vida estos aspectos los descubrimos en relación al sendero 2 y al Arcano Mayor del Tarot que se relaciona con él, La Sacerdotisa o Papisa, y al sendero 3 y el Arcano Mayor que se relaciona con él, la Emperatriz.
El Silencio es una llave maestra, infalible para conseguir en poco tiempo la profundidad que necesitamos para vivir y de la que usualmente carecemos. Nos experimentamos en un mundo basado en un tiempo lineal que nos presiona y hace sentir que no disponemos del tiempo que necesitaríamos para adentrarnos en nosotros mismos. Todo lo exterior suele prevalecer sobre lo interior y, sin embargo, nuestras vidas están siendo permanentemente creadas al revés, desde el interior recreándose en el exterior.
La Sacerdotisa nos habla de que, todo lo que expresamos en la actividad, sea mental, física o afectivamente, tenemos que reponerlo y aumentarlo con el silencio, con el descanso, en la no-actividad. Nuestra vida se desequilibra cuando no llegamos a silenciar estos niveles, vital, afectivo, mental, produciéndose un gran desgaste que, además, va crispando nuestro sistema nervioso. Todos podemos reconocernos en esto, exceso de actividad y de atención en la vida exterior y falta de recogimiento, silencio, soledad.
El equilibrio entre el hacer y el no-hacer es vital para seguir en conexión con nuestra esencia, con nuestro Centro. Si no, nos perdemos de nosotras mismas y llega un día en que necesitaremos que pase algo en el exterior que nos obligue a parar, a indagar, a profundizar en lo que nos ha llevado a ese extremo, a ese desequilibrio o polarización.
Muchas veces tenemos la sensación de que estamos adentrándonos en nosotros mismos, pero simplemente estamos en silencio quizás, queriendo mirar hacia dentro, pero desde la mente. La mente sigue pensando, razonando, y te vas descubriendo a través de esa mente. Ahí la Emperatriz bloquea a la Sacerdotisa. Ya es mucho parar la acción física, pero hemos de parar y silenciar la mente para que ese Silencio profundo que nos recupera y nos sostiene en el día a día, sea potente, consistente. No basta con descansar el cuerpo si la mente y nuestras emociones siguen su inercia y, por lo tanto, su actividad.
El Silencio nos lleva a una nueva dimensión, a una dimensión Real, nos conduce a la Verdad. Y la verdad de las cosas no se encuentra a través de pensar, de sentir, de movernos, sino que la encontramos cuando vamos a la raíz de las cosas. Y la raíz de todo la hallamos en el no-hacer. Y despertamos así la escucha profunda donde la mente no existe. Nada fácil cuando nuestro hábito es el de estar haciendo algo siempre.
Para llegar al Silencio todo lo demás se ha de callar. Y se llega a callar, a tranquilizarse, cuando aparece el interés o deseo de descubrir la Verdad, la Realidad y ese deseo es más grande que todo lo demás.
Entonces iniciamos el viaje de la mano de la Sacerdotisa y crecemos hacia dentro, reconociendo esa Verdad que somos. Por eso me gusta expresar conscientemente "Yo Soy la Verdad que Yo Soy" y "Yo Soy Verdad" y añado "Quiero vibrar Verdad".
Será entonces, después de este viaje de reposo y silencio profundo, cuando despertará esa Emperatriz, el discernimiento elevado, la mente elevada, y de todo lo que hemos ido descubriendo en lo más profundo de nosotros, emergerá lo que, desde nuestra soberanía queremos empezar a crear para plasmar luego en el exterior.
Algo práctico que puedes hacer es meditar la carta del Tarot la Sacerdotisa, ponerla unos días debajo de la almohada o debajo de tu mano izquierda y receptiva cuando hagas tus meditaciones o en momentos de relajación y descanso. Y respirar conscientemente con la intención de ir hacia dentro, volviendo hacia ti misma/o.
Y si pudieras tener un esquema o mandala del Árbol de la Vida de la Cábala o, incluso, imprimirte alguno de los que yo voy subiendo al blog o al Facebook, podrías poner estas dos cartas sobre el mandala, Sacerdotisa y Emperatriz juntas, símbolo de entendimiento y fluidez y observar cómo se manifiestan mágicamente en tu vida.
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