CÍRCULO DE MUJERES para el próximo sábado 25 de Octubre
Ayer, 8 de Octubre, la luna volvía a estar llena, resplandeciente, y Miranda Gray nos invitaba de nuevo a recibir la Bendición Mundial del Útero a distancia.
Y ayer volví a sentir la misma frecuencia con la que conecté al recibir la iniciación como Moon Mother, de manos de Miranda Gray. Volví al mismo lugar interior y ví de nuevo ese camino que estamos haciendo las mujeres, de vuelta a la feminidad, a la necesidad de la construcción del mundo desde dentro. En aquel momento, y al momento de recibir la Bendición, tuve de nuevo el profundo sentimiento de no querer estar en ninguna otra parte. Al comentárselo a Miranda, ya que fue un momento de emoción intensa, sus palabras fueron que había reconectado con la esencia femenina original. Esta es una de las experiencias más hermosas que he tenido en mi vida. Estar de vuelta a casa, en mi, conmigo. Ser.
Ayer, a la hora en que me había registrado para recibir la Bendición Mundial del Útero, fui percibiendo una luz, más que luz, un estado vibratorio blanco, muy espacioso...profundo y sobretodo lleno. Diversas partes de mi estructura energética, vientre, cadera, ovario izquierdo, el espacio tan interior e íntimo que tenemos entre el pubis y el ombligo, la matriz, tomaron su propia vitalidad, recuperaron su energía y me conectaron a la fuente. Las lunas brillantes en las palmas de mis manos volvieron a reactivar la energía femenina, poderosa, fuerte, y me recordó la experiencia de abundancia que sentí después de de la iniciación. Descubrí qué es verdaderamente la abundancia, de qué hablamos en realidad cuando comentamos sobre la frecuencia de la abundancia.
También, y justo después de la bendición, llegó la vibración de mi abuela materna. Llegó mostrándome su casa, ese lugar que yo de niña amaba tanto, los colores de las paredes, su belleza. Desde entonces la siento mucho más cercana y percibo y aprendo que, cuando una mujer de la familia inicia el camino de regreso a sí misma, las ancestras se despiertan, por decirlo de algún modo y empezamos a reparar, recuperar y nos abrimos a recibir la luz de nuestro linaje. Ello, afecta directamente al mismo tiempo a nuestras hijas, a los descendientes.
La meditación que teníamos ayer para compartir después de la recepción de la Bendición de útero, era para sanar nuestra línea ancestral materna. A las mujeres que me lo pedísteis os envié la grabación con mi voz, espero que os sirviera.
Después de haber sentido ese movimiento energético con la Bendición y hacer la meditación, aparecieron sutilmente, en mi campo vibratorio, mujeres ancestras que no conozco, y recuerdo una mujer vestida de negro, joven, con sonrisa y cabello castaño claro, recogido, abundante. Es curioso cómo estamos unidas por ese hilo divino, en ese entretejido vital, nuestro linaje.
Y como decía Miranda en la meditación:
"Sé consciente de que tus Madres Ancestrales son también las ancestras de otras mujeres del mundo. Todas somos hermanas de la misma familia de mujeres a través del tiempo. Al sanar tu linaje, sanas también el linaje de las otras."
Ahora que os escribo, mi abuela me regala con ese olor de hogar que amo, y me recuerda que el amor está, que estamos unidas, tanto si estamos en la materia como si no. Que no hay fronteras y que el cuerpo no es un obstáculo para sentirnos juntas, sino la vasija que lo hace posible.
Parece realmente difícil volver a una forma de vida que rompa el patrón de distorsión masculino y empiece a crear una vida exterior conforme a la vibración original de la esencia femenina en complemento y unión con la masculina. Para ello, para dar algunos pasos en esa dirección, podemos empezar por "dejar de creernos lo que vemos, distanciarnos de la necesidad impositora de la sociedad de la obligación, que confunde obligación con deber y responsabilidad, contemplar cómo está ahora funcionando el mundo físico y discernir si eso ya creado, construído, respeta mis necesidades naturales y está en armonía con esos ciclos femeninos de los que tanto nos hemos desconectado. "Cuántos mensajes de desprecio habremos escuchado, directa o subliminalmente, cuando hemos sentido que queríamos respetar y amar quiénes somos, cómo nos sentimos y lo que desde muy adentro queremos. Cuánta confusión, desconcierto y miedo impregnan nuestros úteros y nuestro corazón.
Creo que ayer tuve esa visión de un mundo respetuoso con lo femenino, porque al recibir la bendición pensé y me sentí hermana de todas las mujeres que, en ese mismo momento, estaban como yo receptivas a la bendición y queriendo recuperarse como mujeres, como personas, dando paso al Ser. Por otro lado, en cada bendición a distancia colaboro como Moon Mother y el amor que siento une mi útero a mi corazón.
Lo vivido me anima hoy a continuar, plantear u ofrecer la posibilidad de un Círculo de mujeres al mes, intercalando Bendición de útero y Sanación de Útero, donde además compartirnos para reconocer cada vez más lo que nos une y lo que también nos aleja de nosotras mismas y de todas. Incluiré respiración y meditación de sanación para liberar memorias y despertar nuestra consciencia a la verdad de quienes somos y desmantelar los condicionamientos que nos confunden y merman nuestra vitalidad, dando mensajes muy positivos que activen registros nuevos que nos ayuden a alumbrarnos en nuestros procesos personales.
El primero podría ser el domingo 25 de Octubre, de 10h. a 13h. Propongo empezar por una Bendición de Útero, un ritual hermoso que va a despertar, reconectar, la esencia femenina original.
Enviaré un correo informativo y subiré la información al facebook (Ana Villanueva).
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